miércoles, 24 de marzo de 2010

¿Qué son 20 años para alguien eterno?


“A veces creo que mi vida no es más que un continuo reciclaje de teorías insulsas. A veces miro atrás y esas calles retorcidas, esos laberintos, esas cuestiones…ese caer sin cese y levantar constante pertenece a un mismo círculo vicioso de frustración a la que me haya acostumbrado como si fuera mi peor heroína.




Parece como si estuviera en una casa a la que le hacen demasiados lavados de cara pero en sus paredes solo existen magulladuras profundas a causa de tanto cambio, tanta pintura y tantos cuadros diferentes unos encima de otros sobre cuartos que a veces huelen a fresco y otras al puro enrarecido como las típicas casas mohosas de verano.




Cuando llego al punto álgido y creo haber descubierto mi propia escapada de las cavernas, como el peor enemigo vil y cruel que todo superman, princesa o vaquero, mi inconsciente desentierra un ínfimo detalle que hace que toda esa teoría no valga una mierda y desentierran nuevas oscuridades que siempre parecieron estar ahí pero no tenías la lámpara mágica y…vuelta a empezar.




He visto mil tonalidades de amaneceres hermosos a lo largo de un solo día, aunque sea ironía pura.




Hubo momentos en los que mis ojos bien abiertos no veían más allá de la más pura oscuridad, y en otros días mis ojos parecían tan vivos que les dolía mirar la luz cegadora.




He vivido tanto que ya nada de lo que parecía es lo fue pareciéndose más a lo que parece que a lo que es, o yo ya ni sé qué coño digo. O sí…




Creo que he visto más hospitales de los que veréis nunca, aunque no de esos que las luces de tubo y los ascensores de camilla reluzcan por su presencia.




Muchas veces me sorprendo de los nombres propios de heridas que nunca creía que grabaría en mi piel, y de otras cicatrices que nunca pensé que fueran a supurar. Vivir para creer, tópico pero como muchos, cierto.




Me he sorprendido añorando la agonía pasada, o detestando la más pura felicidad. Quizá también haya llegado a odiar aunque pertenezca a las redes de pescar que sujetan con fuerza las grandes mentiras que muy a mi pesar sostiene esas cuatro paredes del insomnio.




Me sorprendo con la capacidad de llorar siempre, cuando nunca pude desde el mismo día en el que decidí vivir por el puro idealismo…y todavía me quedan muchas heridas mortales que soportar por el precio a mi decisión, duras de pagar.




Muchas veces, atónita, observo los infinitos caminos que he andado y las mil y una consecuencias de tantos callos por las sandalias de mi andar, y es que muchas veces pienso que no podía ser capaz de no llegar a divisar el horizonte de mi empatía, y como no, me sorprendo por ello también cuando llego a entender demasiado bien cosas ilógicamente sencillas a mis pupilas opacas.




Creo que por todo esto hay demasiados hombros manchados de huellas salinas a mi costa y por las suyas, derramadas por esos ojos.




Son tantas las ideas fugaces que me recorren….












Y es que nada es igual desde el día que conocí tus ojos…











(…………)











Porque desde sencillos, a no tanto, motivos….




Ya andaba a una deriva que ni conocía cuando me crucé con la razón de mi actual existencia, y no porque le deba la vida; sino porque le debo estar viva.



Porque fue la destrucción que dio pie al castillo más hermoso construido por manos conjuntas de complejidad…




Porque fueron las manos que acariciaron mis heridas y provocaron nuevas que con mucho gusto llevaré con orgullo durante lo que me quede de caminos…




Porque hubo días en los que tus ojos parecían la única panorámica que figuraba a mi alrededor, como si las señales de tráfico, las aceras, las colillas, la basura, los jardines, el cielo, la contaminación acústica…no tuvieran otra cosa mejor que hacer que hacerme recordarte…




Porque no sé cuántas lágrimas he derramado, con gusto, por ti….




Porque no sé cuántas sonrisas me has arrancado…




Porque no sé cuantos quebraderos de cabeza se llaman como tú….




Porque no sé cuántos agradecimientos harían falta para poblarte la conciencia…




Porque no sé cuántas veces has curado mis sangrías con tu forma única…




Porque no sé cuantos platos de macarrones me han hecho reírme con cara de gilipollas…




Porque no sé cuánto tiempo he gastado en perder mi orgullo sin ni siquiera pensármelo dos veces, y decirte un hola sin esperar respuesta…




Porque no sé cuantas veces me has hecho derramar una lágrima como señal clara de que algo era distinto…




Porque no sé cuantas veces me he quedado con cara de lela pensando en ti…




Porque no sé qué día quise apostar por la fe religiosa de no conocer algo y amarlo hasta llegar a la verdad más pura y que más me enorgullece haber conquistado…




Porque no sé cuántas veces he pensado mil y una cosas que regalarte o mil y una cosas que contarte por segundo, sin ni siquiera esperar algo a cambio; porque quería hacerlo…era un simple impulso, bendito añadiría…




Porque no sé cuantas veces imagine tu aliento en el aire de una mañana muy lejos de ti…




Porque no sé que clase de conjuro le hiciste al mar para que tus pupilas no puedan asemejarse a la inmensa belleza de lo que antes era mi paz con olas de espuma…




Y porque me tiraría diciendo infinitos porque...Y es que…








No sé donde me habría llevado la sucia corriente de no ser por tu mano…



No sé donde estaría si no me hubieras desmontado y rehecho…




No sé que estaría haciendo si no me hubiera caído y tú me hubieras hecho lanzarme en picado en una nueva subida que no para…




No sé como podría haber descubierto todo lo que de tu mano he sentido…




Y puede que nadie lo entienda y puede que sea lo que más me guste…




Y puede que sea eterno y sea eso lo que menos miedo me de, que sé que lo es…




Y puede que ya no haya nada que no tenga en mi mente la textura de tu piel pálida y el sonido de tu risa que paralizaría todo sonido más allá de mis tímpanos…




Y puede que nunca me acostumbre a esto, y es lo que me encanta…




Y puede que Pereza siempre seas tú, y puede que cada canción me transporte al burger king…




Y puede que haya vivido mil épocas y todavía me trastorne tanto cambio de armario, pero seas siempre mi prenda favorita, arropándome el frío, calmando mi noche…siendo el elemento perenne, como la encina que contempla la plaza mayor de la ciudad más ruinosa y hermosa que nunca existió en el país…




Y puede que seas la pieza maestra de un coche que nunca cesa de funcionar si no faltas…




Y puede que nada sea igual desde aquel día y eso es lo genial…




Y puede que siempre nos quede Madrid…




Y puede que hayamos evolucionado de una forma tan compacta que seamos como un nuevo sistema más allá de la manera más perfecta de vivir, hasta ahora; porque la hemos hecho pedazos….




Y puede que tenga mil drogas que probar todavía, pero ninguna como tú…




Y puede que nos quedemos atónitos por el pasado recorrido sin darnos cuenta, pero quede tanto por recorrer mientras analizamos con pipas y alcohol lo que va sucediendo sin ser conscientes…




Y puede que sean tantas las cosas que ya sabemos y las que ignoramos, que nunca quedaría una hora de silencio, aunque el más exquisito de los aires sin tus palabras sea el de la ausencia sin ellas, estando en un parque tumbados al sol…




Y puede que incluso el silencio de tu ausencia, aterrador y desesperante, el cual lleno constantemente de ti para que todos me sigan envidiando y quede cada segundo de las calles que recorro impregnados de nuestra esencia; puede que ese sea tan hermoso a la vez; más que la mejor de las melodías que sin duda también me llevarían a ti…



















(……..)




















En definitiva, puede que tú y yo seamos piezas sin destino mientras el destino nos lleve a ser entes independientemente encajables…Como dos satélites que orbitaran siempre de una forma inequívoca…como si tu te movieras y eso provocara un movimiento complementario en un gran tablón de ajedrez…

















En definitiva, esto no son más que un par de chorradas que envidian, como estructuras limitadas que son estas palabras, el contenido de una genialidad sin horizontes.












Demasiada tontería para desearte los 20 años más hermosos de tu vida, puesto que yo voy a hacer que eso sea posible, y los 21 y los 40…si me sigues dejando.









^^




Como muchas frases ya dichas, mi vida es algo que roza la fatalidad si no estás.











Feliz cumpleaños.







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